La vicepresidenta de la DC dijo que las cifras económicas no puede ser pretexto para no avanzar en derechos laborales. Además, se comprometió a que su partido no será un "dique de contención" de las reformas.
La senadora y vicepresidenta de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, en conversación con Radio Universidad de Chile, aseguró no tener “ningún temor” a la implementación de una asamblea constituyente, no obstante llamó a no perder el foco de la discusión en las formas, sino centrarse en el objetivo que es generar una nueva Constitución.
Sin embargo, además del constitucional, hay otro tema que divide posiciones al interior de la falange: la Reforma Laboral. En ese sentido, la también presidenta de la comisión político-técnica de la DC en materia laboral, aseguró que posturas como las de René Cortázar, Zarko Lucksic y Marcelo Albornoz (quienes proponen abrirse al reemplazo de los trabajadores en huelga y a impedir la negociación por ramas), no representan la mirada general del partido.
Senadores de la DC se han reunido con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón para discutir posibles modificaciones al proyecto de Reforma Laboral, incluso de morigerarlo de acuerdo a la visión de algunos empresarios y la Alianza, ¿Usted está de acuerdo con la posibilidad de realizar cambios en este sentido?
Primero, la Reforma Laboral fue una reforma fundamental para modernizar nuestras relaciones laborales, y sobre todo equilibrando, aparte que hoy se queda bajo la mesa que el sindicato, los trabajadores organizados es fundamental. Para la Democracia Cristiana ahí no hay dos lecturas: esta es una reforma necesaria para el país, y para que sea tal parte de los temas esenciales es que exista titularidad sindical, y que exista derecho a huelga efectivo, sin reemplazo, que es algo que además ha sido cuestionado en nuestro país por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en reiteradas ocasiones, entonces ahí tú me preguntas mi postura es que avancemos a un derecho a huelga efectivo, real, sin reemplazo, y el sindicato tiene que ser reconocido como la instancia con quien se negocia, y terminar con prácticas que hoy día debilitan su representación, o sea que al día siguiente el empleador pueda entregar los mismo beneficios que obtuvo el sindicato con todo lo que implica en términos de negociación, sin duda es una práctica que debilita la organización colectiva, que hace que muchos trabajadores digan, “bueno, para qué voy a ir al sindicato si igual voy a obtener los beneficios”.
Son cosas sobre las cuales esta reforma debe pronunciarse con mucha claridad. Hay distintas posturas, nosotros hemos estado como comité de la DC de senadores escuchando y recibiendo propuestas de distintos técnicos, pero ninguna de ellas representa la voz oficial de la bancada de senadores, en eso quiero ser muy clara, aquí lo que hemos reiterado, y lo hicimos hace algunas semanas en el Consejo, es el respaldo a esta reforma, a mí me parece que lo que hicieron los diputados lo hemos trabajado en bastante coordinación entre diputados y senadores de la Nueva Mayoría en las comisiones de Trabajo, y que resuelven lo grueso de los problemas centrales, y sin duda, en el Senado vamos a revisar algunos aspectos que se pueden perfeccionar sobre esa base, de más bien cómo funcionan algunas cosas, la operatoria, cosas más de detalles, pero en los sustantivo creo que es un avance que valoramos y que queremos mantener.
La senadora del PPD Adriana Muñoz, así como la diputada de la DC Yasna Provoste, han manifestado que la Agenda Laboral es un piso mínimo de nuevo equilibrio en las relaciones laborales, y que sólo cabría la posibilidad de profundizar esta iniciativa en favor de los trabajadores. ¿Coincide con este punto de vista?
La situación económica no puede ser pretexto para no avanzar en materia de derechos laborales. Aquí estamos hablando de derechos fundamentales de los trabajadores, que no tienen que ver con el ciclo económico que estamos viviendo, y en eso soy muy clara, a mí me parece que más bien lo que se necesita como señal para el mundo empresarial es sacar adelante rápido esta reforma, porque lo que sí puede influir es la incertidumbre, entones en eso eternizar esta discusión creo que sería una mala señal para todos. Lo que se requiere es sacarla adelante, ojalá con celeridad, pero no podemos renunciar hoy día a banderas que son propias de nuestro Gobierno, que fueron comprometidas, y que también son fundamentales para la Democracia Cristiana.
En materia constitucional, usted ha señalado que es partidaria de una asamblea constituyente para generar una nueva Constitución ¿Qué elementos son los que valora de un mecanismo de ese tipo?
Yo lo he señalado públicamente, yo no le tengo ningún temor a la asamblea constituyente, creo que es necesario generar un mecanismo de participación sustantiva, más allá de lo que hagamos en el propio Parlamento, reconociendo la legitimidad de la vía institucional como Parlamento hoy día para hacer la discusión respecto de una nueva Constitución. Pero creo que hoy día lo importante es no caer en la trampa de perdernos en la definición del mecanismo, sino también poder discutir respecto de los contenidos, o sea de qué hablamos nosotros cuando queremos una nueva Constitución, o por qué queremos una nueva Constitución, porque si no corremos el riesgo de quedarnos entrampados de si es una forma u otra y no avanzar en los sustantivo, que es efectivamente cómo nosotros podemos, por ejemplo, eliminar los cerrojos que tiene hoy día nuestra Constitución para hacer reformas, a los altos quórums o cómo hay una mirada que sea un poco más equilibrada respecto de las facultades que tiene el Legislador respecto del Ejecutivo, o cuál es nuestra mirada respecto de las regiones como país, cuál es nuestra definición. Hoy día tenemos un Estado súper centralizado, desde que es el Ejecutivo quien maneja las urgencias, hasta cómo se manejan las atribuciones en Santiago o en la región Metropolitana versus atribuciones que podrían perfectamente estar en los gobiernos regionales.
Personeros de la Nueva Mayoría han manifestado que una nueva Constitución no es posible concretarla en este Gobierno ¿Cuál es su visión sobre este punto?
El hacer una nueva Constitución con un proceso de participación claramente excede a los tiempos que tiene este Gobierno, creo que eso siempre ha estado sobre la mesa, que es difícil que el proceso se termine, o sea que terminemos este Gobierno con una nueva Constitución, pero lo que sí es fundamental es que la discusión quede instalada, el mecanismo por el cual la vamos a hacer, que de alguna manera el proceso quede andando para garantizar que tengamos una nueva Constitución, yo creo que eso es lo fundamental y es el compromiso que asumimos como Gobierno de la Nueva Mayoría, que Chile necesita una nueva Constitución y que vamos a generar las condiciones para que esa nueva Constitución exista. Pero a mí no me complica que eso exceda al período de Gobierno, porque además si queremos hacer una discusión real que tenga participación, sabemos que eso requiere tiempo que sean un poquito más largos.
Y desde su perspectiva, ¿cuál es el rol que debe jugar la DC en esta segunda etapa del Gobierno de Michelle Bachelet?
Nosotros somos parte de este Gobierno, somos parte de la Nueva Mayoría, suscribimos un Programa y no vamos a ser un dique de contención para avanzar, tampoco nos interesa en esto poner freno o morigerar las reformas, muy por el contrario. Lo que sí nos interesa es darle viabilidad, que prime el espíritu de diálogo, pero el diálogo con convicción. Escucharnos los distintos sectores y distintos actores, pero en ningún eso significa renunciar a las convicciones que tenemos, y en eso cuando se habla de la Reforma Educacional, en este país no resiste la segmentación que hay en el ámbito educacional, y por eso avanzamos en el proyecto de inclusión y tenemos que completar las reformas con la Carrera Docente, y con la educación superior gratuita. Hemos pedido sí que en el caso de educación superior no haya una discriminación arbitraria, hay que buscar una fórmula en esto que tenemos que priorizar por los recursos que existen, en forma responsable, podamos partir efectivamente por todas las familias más vulnerables.
En materia laboral, ya lo he señalado, para la Democracia Cristiana en su historia ha sido fundamental, basta recordar a Frei Montalva con la sindicalización campesina, que eso es parte de la esencia de nuestro partido: las bases. Y lo que nos parece sí, es que esto tiene que ser en un ánimo de diálogo porque creemos que esa reformas son fundamentales, para avanzar en un objetivo que no se puede perder, que es mayor equidad en nuestro país, y eso tiene que ver con gobernabilidad, con paz social, tiene que ver con que la gente, las familias, los trabajadores y las trabajadoras sientan que a un país que le va bien, significa que su situación también mejora.
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